Félix Rubén García Sarmiento conocido por el mundo como Rubén Darío, nació el 18 de enero en Metapa, hoy ciudad Darío, perteneciente al departamento de Matagalpa en Nicaragua. Su familia se mudó a León un mes después de su nacimiento.
Poseedor de una singular inteligencia el niño aprende a leer con apenas 3 años de edad, ocho años después firma su primer poema conocido como "La Fé". Ese mismo año publica sus primeros versos "Una Lagrima" en el periódico "El Temerario" de Rivas que dirigía José Dolores Gómez.
En marzo de 1881 ingresa en el recién inaugurado instituto de Occidente en la ciudad de León, de esta etapa es "Poesía y articulo en prosa" que no llego a publicarse.
En 1882 cuando Rubén tenía solamente quince años se presento ante el Presidente Joaquín Zavala, y después de leer algunos poemas, le pide que lo enviara a estudiar a Europa, petición que le es denegada por el mandatario, en esta oportunidad se le brinda la posibilidad de estudiar en cualquier centro docente del país. Esta
oferta es rechazada por el joven poeta.
A fines de ese año realiza su primer viaje al extranjero, en esta oportunidad fue al Salvador donde continua su labor poética que se da a conocer en revistas y periódicos.
De esta época es "Al libertador Bolívar " leída en la velada por el primer centenario del héroe y donde se canto el himno "A Bolívar " con letra del poeta y música de Juan Alverte.
En 1887 se encuentra por segunda vez en Chile, en la ciudad de Valparaíso, en esta urbe sus amigos Peirier y de la Barra, se encargan de la edición de "Azul "que sale de la imprenta Excelsior de Valparaíso el 30 de julio de 1888. La obra cuenta con un hermoso y extenso prologo de Eduardo de la Barra y una dedicatoria para el mecenas Federico Varela.
Nacía un libro en verso y prosa muy polémico y novedoso que se va extendiendo por España y México donde el poeta Luís G. Urbina califica como "la eclosión del alba literaria de la nueva América".
La fama del poeta se agiganta, viaja por toda Sudamérica donde es aclamado como talento los gobiernos lo nombran cónsul o representante en eventos importantes, funda revistas y periódicos donde da a conocer parte de su obra y de la sus seguidores.
En 1893 realiza el periplo Managua, Buenos Aires vía New York –Paris, en su estancia en la gran urbe americana ocurre uno de los hechos más grandes de su vida, allí conoce a José Martí, quien tuvo la gentileza de de mandarle un saludo y lo invita a una velada en Hadman Hall.
Martí abrazo a Darío y lo llamo hijo, el poeta se sentía honrado, pues cuando conoció su obra años atrás lo califico como "el gran maestro del civismo y la belleza".
El primer año del siglo XX va a Europa como corresponsal del periódico "La Nación", en esta oportunidad llega hasta España radicándose en ese país donde conoce a Juan Ramón Jiménez con quien trabo amistad.
En 1914 se traslada a los Estados Unidos a la ciudad de New York, donde enferma de neumonía doble ocasionada por el crudo invierno. La dolencia no le impide realizar intensas jornadas de trabajo en universidades y sociedades del norteño país.
De los Estados Unidos pasa a Guatemala, Francia y a fines de 1915 desembarca en Corinto muy enfermo.
El nuevo año (1616), Darío lo recibe muy delicado de salud y es sometido a una intervención quirúrgica en el estómago. Está consciente de su gravedad y dicta su voluntad testamentaria el 31 de enero, dos días después es sometido a otra delicada operación, esta vez en el hígado.
Fallece a las 10.15 de la noche del 6 de febrero de 1916, desde ese momento se realizaron grandes veladas y recitales con poesías y homenajes.
Su cuerpo fue sepultado al pie de la estatua de San Pablo en la catedral de León a las 7.00 de la noche del 13 de febrero de 1916. Tenía 49 años y 20 días cuando falleció, pero dejo tras de si una obra imperecedera que lo hizo inmortal.